A Legacy of Warfare: Cats vs. Dogs

Los perros y los gatos han estado en la garganta de los demás desde tiempos inmemoriales. Son enemigos nacidos naturales con hábitos sociales, estructuras y actitudes polares opuestos. El gato es un animal agraciado, ágil, inteligente e independiente. Es completamente capaz de manejar su negocio, y parece pensar que es hacer un favor a los seres humanos al permitir que se le da la atención. Mientras tanto, el perro leal es una criatura intensamente social, ansiando afecto y alabanza. Son trabajadores duros, compañeros constantes y feroz guardianes de todos los esfuerzos de la humanidad. Cada animal fue domesticado para fines distintos que a veces chocan entre sí. Ambos son cazadores, con poderosos instintos depredadores, que a menudo han llevado a conflictos. Aún más, sus métodos individuales de interacción causan una gran cantidad de fricción.

Understanding the disparities as well as the similarities between these two very different pets is absolutely essential to teaching them both to get along. So in the interest of unity, here compiled for your reading pleasure are some difficulties of dogs and cats living together.

Para empezar, la mayoría de los perros son OCD. Tienen muy poca paciencia o autocontrol a menos que sea perforado en ellos con la repetición constante y el entrenamiento. Esto los hace, literalmente, cazadores obstinados. Ellos perseguirán a un objetivo hasta que no haya absolutamente ningún gas en sus tanques. Con un artista astutamente listo escape como un gato, esto puede ser un problema real. Puesto que los gatos son tan buenos en ser elusive, el instinto depredador determinado de un perro es probable ir en la superación en la presentación de un desafío tan maduro. Una lucha constante y constante surgirá de la persistencia de un perro y la evasividad de un gato. Otro conjunto de factores principales que contribuyen a una relación no armonizada entre los dos son los estándares de interacción social. Los perros se saludan unos a otros con un contacto cercano, un montón de olfatear, lamer, barking, and furious movement. This kind of greeting is overwhelming and off-putting to even the friendliest of felines. Even similar body language portrays a completely different message for each species. A wagging tail for a dog means happiness and contentment. A cat’s twitching tail is another thing entirely, as it is meant to display agitation or even aggression. The point is that dogs and cats are on opposite ends of the spectrum in many respects, which makes it a little easier to understand why they might have more trouble getting along.

Fortunately these differences are not irreconcilable. Many households have more than one variety of pet. You don’t have to pick a side, a dog person or cat person can definitely become an interchangeable pet person. While dogs and cats have their differences, with the right amount of love, supervision, and intelligent restraint they can quickly become fast friends. However, this process is usually neither quick nor especially easy. Like most methods of training, it takes time to get dogs and cats living together. Check back tomorrow, for an in-depth look on how to teach your pets to successfully cohabitate.