Cómo reemplazar los comportamientos problemáticos de los perros mediante el refuerzo diferencial

Muchos dueños de perros luchan con los malos hábitos de sus mascotas, pero no quieren castigarlos. El refuerzo diferencial ofrece otra opción.

Muchos dueños de perros luchan con los comportamientos problemáticos de sus compañeros, pero no les gusta la idea de castigar a sus mascotas. Afortunadamente para los dueños de mascotas, el refuerzo diferencial cambia los malos comportamientos por mejores sin la necesidad de regañar a su amigo de cuatro patas.

El refuerzo diferencial es un nombre complejo para un concepto relativamente simple: al reemplazar los problemas de comportamiento con acciones más deseables, puede reducir los malos comportamientos en las mascotas. Esto se hace mediante el refuerzo positivo de conductas incompatibles o acciones que no pueden tener lugar al mismo tiempo que el hábito no deseado. Al recompensar la acción más deseable, le facilita a su mascota elegir el comportamiento preferible, reduciendo los malos hábitos sin necesidad de castigar a su mascota.

Para iniciar el refuerzo diferencial de otro comportamiento, es crucial elegir un comportamiento de reemplazo que no pueda tener lugar al mismo tiempo que el hábito no deseado. Por ejemplo, si su perro es propenso a saltar sobre los invitados cuando entran a su casa, puede elegir el comando "sentarse" como alternativa. Inicie la práctica de su mascota en un lugar tranquilo con muy pocas distracciones y sin otras personas. A medida que comience a dominar el elogio alternativo en este entorno, agregue distracciones lentamente a su entrenamiento. Puede hacer esto practicando en su patio trasero, durante los paseos e incluso en un parque para perros. Eventualmente, cuando se sienta seguro de que Fido ha dominado el comando, puede practicar en el escenario que desencadena su comportamiento problemático. Comience esta fase de entrenamiento con su perro con una correa para ayudar a mantener el control sobre el medio ambiente, ya que permitirle que continúe con un comportamiento problemático solo refuerza el hábito. Del mismo modo, incluso la atención negativa, como regañar, puede ser una recompensa para algunas mascotas, así que evite reforzar las acciones no deseadas tanto como sea posible. En el ejemplo anterior, esto significa pedirle a los invitados que se alejen y no reconozcan a su mascota si comienza a saltar sobre ellos. En su lugar, pídale a su perro que se siente y, tan pronto como ejecute la orden, recompénselo con golosinas, elogios y atención. Esto será especialmente efectivo si usa golosinas de alto valor como carne o queso durante las primeras etapas del entrenamiento.

Como con cualquier entrenamiento, la práctica hace al maestro. Es común experimentar contratiempos al presentar el comportamiento alternativo en situaciones desencadenantes, así que tenga paciencia con su mascota. Es posible que se necesiten más de unos pocos intentos para lograr el resultado deseado, por lo que no presione demasiado a su mascota durante una sesión de entrenamiento determinada, ya que usted y su perro perderán la concentración y se frustrarán. Con el tiempo, su compañero debe aprender a buscar la recompensa en lugar de repetir los malos hábitos, reemplazando los comportamientos problemáticos con acciones más deseables.